Todo que ganar
Elena, anticipada a su época, dispuesta a ganarse la libertad y a exprimir la vida a pesar de los obstáculos, vive en la Vitoria del final del franquismo, la de las huelgas, las asambleas, la lucha obrera. Indar es hija de un presente donde apenas queda ya un residuo del sentimiento de clase y el rumor de las victorias que, por ejemplo su madre, Elena, se atrevió a soñar. La necesidad de Indar de saber quien fue su madre, de reconciliarse con un pasado sistemáticamente silenciado, reprimido y ocultado, nos sumerge de lleno en el relato de esa doble buìsqueda que es, al fin y al cabo, la misma. Dos miradas y dos historias que nos hablan de una misma lucha, de tremendas injusticias, de sueños, recuerdos y olvidos, pero también de resistencias cotidianas y anónimas, de esas mujeres cuya aportación está siempre presente en el corazón de todos los procesos de transformación social.