Sin categoría

La realidad detrás del conflicto de la estiba

El conflicto de la estiba: Nuestro trabajo, sus beneficios.

El conflicto de la estiba.

Según la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (ANESCO): más de 375 mil millones de euros en valor de las mercancías, equivalente a un 35% de nuestro PIB, transita cada año por los puertos españoles.

El 65% de estas mercancías requieren servicios de estiba y desestiba, el valor de los servicios de estiba prestados en los puertos españoles cada año se aproximan a los 2.000 millones de euros.

Las empresas estibadoras crean más de 12.000 empleos directos además de realizar inversiones superiores a los 200 millones de euros al año.

Con todo ello, se estiba y desestiba cada año más de 300 millones de toneladas de mercancías, por el conjunto de los puertos españoles.

La estiba en España da un servicio consistente en estibar y desestibar (cargar, colocar y descargar)  300 millones de toneladas cada año. Para dar este servicio es necesario el trabajo de 12.000 personas y una inversión anual de unos 200 millones de euros. Este es el negocio que tienen en sus manos la empresas que poseen concesiones para dedicarse a la estiba y el valor del servicio, es decir, lo que se cobra por él está calculado en  más de 2.000 millones de euros al año.

La patronal (ANESCO), el gobierno, la Unión Europea y los medios de comunicación insisten en afirmar que trabajar en la Estiba es hoy un privilegio porque de las 12.000 trabajadoras y trabajadores necesarias para poner en marcha la estiba, unos 6.472 están bajo el régimen especial de las Sociedades Anónimas de Gestión de Estibadores Portuarios (SAGEP). Un régimen que obliga a las empresas a contratar el 75% de su personal con estas sociedades, limitando la competencia en el mercado laboral entre las trabajadoras y trabajadores, lo que provoca, según la patronal que los salarios medios en la estiba ronden los 68.000 euros anuales. Sueldo que los organismos antes mencionados consideran un privilegio para los trabajadores manuales.

No todas las trabajadoras y trabajadores de la estiba disfrutan de la protección de las SAGEP, pero aún asumiendo que las 12.000 personas que es necesario contratar para poner en marcha la estiba cobrasen el salario que afirma la patronal, un sencillo cálculo nos permite ver qué hay detrás de lo que algunos llaman privilegio.

Una simple multiplicación del salario medio según la patronal, por el número de empleos directos generados según las propias empresas, nos permite calcular qué parte de los 2.000 millones de euros en los que se valora el servicio de la estiba se destinaría a salarios. Si las 12.000 trabajadoras y trabajadores estuvieran bajo la protección de las SAGEP y cobrasen de media los 68.000 euros anuales que afirma la patronal, los sueldos de los trabajadores rondarían los 860 millones de euros al año.

Es decir, las empresas estibadoras necesitarían una  inversión anual, para poner en marcha la estiba en España, de algo más de 1.000 millones de € (200 millones de inversión estimadas por la patronal y 860 millones en salarios).  Si el valor total del servicio se estima superior a los 2.000 millones anuales, hablaríamos de un valor añadido por las estibadoras y estibadores superior a los 1.000 millones de € al año (de hecho, la propia AUCO estima el valor bruto añadido por los servicios de estiba en unos 1.176 millones de €). Un rendimiento cercano al 100% anual.

¿Qué fondo  de inversión da estos rendimientos? ¿No será acaso que el privilegio lo tienen las empresas que tienen concesiones para dedicarse a la estiba?

Pero esta no es la realidad, porque como digo no todas las trabajadoras y trabajadores de la estiba están bajo la protección de las SAGEP. Pero ¿En qué consiste esta protección?

Las SAGEP impone unas condiciones de trabajo que permiten, en primer lugar, que todos sus miembros trabajen mediante un sistema rotatorio, impidiendo que compitan entre ellos en el mercado laboral y la consiguiente bajada de salarios por la ley de oferta y demanda. Pero, además, impone unas condiciones salariales según las cuales se cobra un salario fijo que varía según los puertos. En Las Palmas este fijo es de 1.800 euros brutos mensuales, en Barcelona de 1.100, en Bilbao de 2.100. Y además, un salario variable en función del trabajo que efectivamente se realice y las condiciones (producción, nocturnidad, doble turno…).

Según explica el responsable de comunicación de la Coordinadora de estibadores, Miguel Rodríguez, en meses con poco trabajo el sueldo es de unos 1.800 euros, en aquellos en los que sube más la actividad es de unos 4.000 brutos.

Es decir, si el salario de un estibador es más alto es porque cobra más, si produce más. A cada cual según su trabajo ¿Dónde está el privilegio?

Estas son las condiciones de las 6.472 trabajadoras y trabajadores en régimen especial de las SAGEP. Un régimen que el decreto del Gobierno pretende hacer desaparecer, aunque las sentencias europeas no digan nada al respecto y no es difícil adivinar porqué.

Las estibadoras y estibadores que no están bajo el régimen de las SAGEP cobran salarios de entre 1.000 y 1.200 € brutos mensuales. (unos 16.000 € anuales). Salarios según mercado, esto es impuestos por la competencia en el mercado laboral y por tanto susceptibles de bajar si la competencia fuese mayor. Si las 12.000 trabajadoras y trabajadores necesarios para la estiba cobrasen estos salarios se generaría el mismo valor de servicio, pero unos 600 millones más irían a parar a las empresas en lugar de a quienes hacen el trabajo.

Un artículo del responsable de formación de LaLokomotora.com S.M Kirov

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Menú